¿No te parece extraño cómo un billete de
$100.00 “parece” tan grande cuando lo
llevas a la Iglesia, pero tan pequeño
cuando lo llevas a un centro comercial?
¿No te parece extraño cuan larga parece una
hora cuando oímos de DIOS,
pero cuan corta cuando un equipo juega
fútbol por “solo” 90 minutos?
¿No te parece extraño que larga parece una
hora cuando estas en la Iglesia,
pero que corta es cuando estas
divirtiéndote en algún lugar?
¿No te parece extraño cuánto nos
emocionamos cuando un juego de fútbol
se extiende tiempo suplementario, pero
nos quejamos cuando el culto es
un poquito más largo que lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que
es leer un capitulo de la Biblia, pero
que fácil es leer 100 paginas de
cualquier revista popular?
¿No te parece extraño cómo las personas
desean los asientos del frente en
cualquier juego o concierto, pero
cuánto se esfuerzan por buscar los
asientos de atrás en las Iglesias?
¿No te parece extraño que
necesitemos 2 o 3 semanas de aviso
para incluir un evento de la Iglesia en nuestra
agenda, pero podemos ajustar nuestra
agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que
es aprender una verdad simple del
Evangelio para compartirla con otros,
pero que fácil es para las mismas
personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño cómo creemos
rápida y fácilmente lo que dicen
los periódicos, pero cuestionamos
lo que dice la Biblia?
¿No te parece extraño que todos
quieran ir al cielo, siempre y cuando
no tengan que creer, o pensar, o decir,
o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?
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